Credo
95% de los empleados desean ganar su sustento honestamente y sin intenciones criminales.
Aun una persona que básicamente es honesta, puede encontrarse en una situación que le cause
el desviarse de este comportamiento.
El factor que le da forma a las virtudes organizacionales es una Gerencia que actua con honestidad
y que sirve como ejemplo personal para los trabajadores y que también cumple todas las promesas
que se le han hecho a los trabajadores, a los proveedores y a los clientes.
La función de la Gerencia es comportarse honestamente al minimizar la tentación, maximizar la
disuación y hacer un mantenimiento regular de las virtudes.
La gerencia debe adoptar una politica de virtudes que sea la base de procedimientos y reglas
de comportamiento.
El nivel del compromiso del trabajador para con la organización influye sobre su comportamiento
más que sus valores de honestidad y moralidad.
Hay señales de sospecha que permiten encontrar y revelar tempranamente a trabajadores que
están involucrados en delincuencia ocupacional aun antes de cometer la falta.
Para preservar un nivel alto de virtudes, hay que vigilar y supervisar regularmente a los trabajadores,
a los procedimientos y las tecnologías de la organización (mantenimiento de las virtudes).
La Gerencia tiene que adoptar una política de cero tolerancia para con la delincuencia ocupacional.
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